El pasado domingo día 17 de diciembre tuvo lugar la inauguración del acuario Poema del Mar con la presencia de más de 500 invitados institucionales y del sector privado.
El acuario, que lleva el nombre de una de las obras más famosas del artista grancanario Nestor Martín-Fernández de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria, Canarias; 7 de febrero de 1887 – 6 de febrero de 1938) ha supuesto una inversión de 25 millones de euros. Sus propietarios presumen de contar con el cristal curvo más grande del mundo -un metacrilato de 140 toneladas de peso, 36 metros de largo y siete metros de alto- y exhibirá unas 350 especies de 35 ecosistemas.
El espacio es más que un acuario ya que intenta reflejar el recorrido del agua hasta llegar a los océanos. De esta manera, el visitante comienza por el primero de los tres espacios, la selva, con sus cascadas, ríos, lagunas, manglares con subidas y bajadas de marea….etc. Unas 2.000 especies vegetales conforman la representación de esta sección del acuario y exhiben animales muy difíciles de ver en otros acuarios, como el enorme Hydrocynus vittatus, el pez tigre goliat, un depredador originario del río Congo que puede alcanzar los 50 kilos de peso y que posee una impresionante dentadura. La segunda parte del recorrido es la que representa el Arrecife, un enorme cilindro con capacidad para 400.000 litros de agua que alberga en su interior el colorido ecosistema compuesto de corales y peces de llamativos colores y formas. Finalmente el visitante se adentra en el Oceáno más profundo.
Como no podía ser de otra manera, la biodiversidad canaria y del conjunto de la Macaronesia tendrá un espacio propio. Una de ellas es la conocida como “El Veril”, una bóveda envolvente donde se puede ver muy de cerca a más de 100 morenas, gallitos verdes, viejas y pejeperros, siendo este último pez el abanderado de las especies representativas de las islas en este espacio de la biodiversidad. También existe una amplia representación de tiburones como el cazón, el angelote o el tiburón martillo, además de otros animales que conforman una amplia muestra de especies que habitan en aguas de la Macaronesia, entre ellas el choco, abades, chernes, medregales, gallos y las tortugas bobas.
El acuario, que espera recibir 500.000 visitantes al año, quiere ir más allá del aspecto turístico y convertirse en un referente de la conservación marina del Atlántico, con actividades en colaboración con universidades, instituciones científicas y entidades ambientales. Una prueba de ese objetivo es el espacio que se ha destinado a intentar la reproducción de la tortugas marinas en grave peligro de extinción.
El acuario tiene previsto abrir sus puertas al público a final del presente ms de diciembre.